Un significado que encierra la trascendencia de cada individuo por la
tierra. El caminar se convierte en una tarea reflexiva que nos tardamos
tiempo en comprender, el tiempo se pierde sólo para darnos una lección y
nuestras acciones son malas sólo para después demostrarnos que a través
de ellas aprendemos el verdadero significado del bien.
El símbolo de tradición budista recorre el significado de la transición.
Móvil y finito, representa la ruta que cada persona toma a lo largo de
su vida. El camino puede ser recto, circular o caótico, pero siempre
estará lleno de temor, ansiedad, terror, felicidad, amor y mucho más.
Comienza en el centro de una espiral y ahí es donde se muestran las
debilidades que nos unen a un mundo lleno de miedos e inseguridades.
El camino cambia cuando la persona se ilumina y transforma su ser y por
lo tanto sus acciones; cuando aprendes a verte como eres desde fuera y
no te ciegas por creer que tu verdad es la única. Sales del círculo
vicioso para encontrarte con tu verdadero yo, pero somos humanos y los
humanos recaen en las mismas prácticas. Incluso intentándolo es difícil
alejarte de lo que eras antes, eso representan las siguientes espirales.
El enfoque, la claridad y la búsqueda de nuestro verdadero ser hacen que
la línea se enderece. Caminar en la rectitud es una metáfora no muy
alejada de lo que realmente significa, ése es el camino de la
iluminación, el bien total, la culminación de todo el pasado que
demuestra que estamos listos para entender qué es lo que somos.
Para concluir, un punto separado del resto del diseño es el fin último,
pero está alejado, pues también ahí hay incertidumbre. Desconocemos la
verdad última y aunque no la podamos ver no significa que no se
encuentre ahí. La prueba de que es el camino el que nos transforma y que
al final la recompensa es mayor a lo que esperamos.
No se trata de un tatuaje que simplemente quiere decir que buscamos
espiritualidad barata, es un recuerdo constante de que somos nómadas
existenciales caminando en busca de mejorar, tal vez no para los otros,
pero sí para nosotros mismos.
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